Para algunos jugadores argentinos es indistinto cruzarse en octavos de final con el archirrival en el fútbol; "No es especial, cualquier rival es lo mismo", dice Scola; "Todos sabemos de la rivalidad que existe", opina Paolo Quinteros
ESTAMBUL.- Maradona o Pelé. Tango o samba. Mate o caipirinha. La rivalidad entre la Argentina y Brasil traspasa los límites geográficos y reina en diversas disciplinas. Pero ¿llega al básquetbol? Para la mayoría de los jugadores argentinos que están disputando el Mundial de Turquía, y que el próximo martes se enfrentarán a los brasileños por los octavos de final, parece que no. "No es especial. Cualquier rival es lo mismo. No cambia nada quién este del otro lado", asegura Luis Scola, goleador del certamen.
Al igual que el capitán argentino, Pancho Jasen ve el encuentro con los brasileños como un partido más. "No estamos pensando si es Brasil o si era Croacia. Sabemos que hay que dar lo máximo ante cualquier rival para superar esta instancia", explica el jugador que cargó con la responsabilidad de ocupar el lugar del Chapu Nocioni en el quinteto inicial. Por su parte, Román González intenta esquivar el tema y se focaliza en la preparación del equipo: "Se vive como un octavos de final. Toca Brasil y nada más. Lo importante es que el equipo ya está entrenando, está preparado para el partido y, además, tiene que descansar para lo que viene".
En lo que no hay dudas es en que se enfrentan dos grandes equipos, y para el base titular del seleccionado argentino, Pablo Prigioni, es un desperdicio que lo hagan en esta instancia. "Es una lástima que dos equipos sudamericanos se encuentren en octavos. Los dos tenemos potencial para estar más arriba, pero uno se va a quedar afuera", se lamenta el jugador de Real Madrid.
Uno de los motivos por el cual los jugadores argentinos no viven el partido de Brasil como un clásico es por la buena relación que tiene con los brasileños. "Voy a ser sincero. El partido es especial porque es Brasil, pero creo que en el básquetbol no es tanta la rivalidad como en el fútbol. Somos amigos de algunos jugadores de Brasil, a otros los conocemos de enfrentarnos varias veces, son todos muy piolas. Va a ser un lindo partido y hay que disfrutarlo", explica Juan Gutiérrez, flamante incorporación de Obras.
Pero no todos piensan igual, algunos sí creen que este encuentro es especial por el rival. "Más allá de la instancia en la que estamos, si no vivís un partido de éstos diferente mejor quedate en casa. Todos sabemos de la rivalidad que existe entre la Argentina y Brasil, así que va a ser un partido muy trascendental", dispara Paolo Quinteros.
Además, para Fabricio Oberto el partido es diferente no sólo por Brasil, sino porque en el banco de suplentes estará sentado Rubén Magnano, el técnico que junto a esta generación ganó la medalla de oro en Atenas 2004. "Siempre es especial con Brasil. No hay ningún partido amistoso. Que esté Rubén (Magnano) es un condimento extra porque nosotros conocemos lo que él hace y él nos conoce a nosotros", asegura.
Fuente: www.canchallena.com/1301428-brasil-el-clasico-rival
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